Mauricio Orozco
La tradición de llevarle una manzana al maestro cayó en desuso por varias cuestiones, pero ahora se quiere volver a ese rito pero con una variante interesante: son los maestros quienes deben enseñarles a los alumnos a valorar las frutas y verduras.
Científicos italianos revelaron una estrategia que está teniendo éxito para combatir la obesidad en las escuelas primarias, la cual consiste en mejorar el sistema alimentario y llevar frutas y verduras a las escuelas para que literalmente los niños las conozcan.
Este programa tiene como objetivo que los niños conozcan los sabores de los frutos, además de promover el gusto espontáneo por productos saludables. También se les enseña cómo prepararlos junto con sus maestros y padres.
El profesor Furio Brighenti, quien tuvo un intercambio científico con nutriólogos mexicanos, explicó que lo importante de adquirir el gusto espontáneo consiste en que los niños escojan los que más les convienen pero también en el que más les guste por su sabor.
«Es importante que los niños conozcan las propiedades de las frutas y verduras pero lo más importante es que le guste. Así pueden tender a escoger de manera natural lo que más les nutre», añadió.
Comentó que en apoyo a este programa se están preparando brigadas de profesores con especialidad en nutriología que están enseñándoles a los niños a disfrutar del buen comer.
El profesor Brighenti aseguró que la experiencia que tuvieron en Europa los hizo ver que las acciones restrictivas contra alimentos con alta densidad calórica han servido de muy poco para detener las tendencias de obesidad en Italia y que “donde sí se está encontrando un gran cambio de incidencia es en el gusto de los niños. No hay otra opción: la única manera de ganar esta batalla es si el niño decide que prefiere una manzana”. VIS