Sofía Romero
La nutrióloga Luz Miriam Lupercio cuenta que para evitar alteraciones del metabolismo la gente debe programar un desayuno generoso, una comida regular y una cena muy ligera.
Esta especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social nos cuenta que lo ideal es incluir un alimento de cada grupo en cada comida:
Para desayuno y comida: frutas, verduras, un producto de origen animal, leguminosas, cereales y tubérculos.
Ejemplo: leche descremada, manzana, una rebanada de pan, jitomate, lechuga o chayote hervido.
Respecto a la comida: incluir arroz (del grupo de cereales) como entrada, una porción de carne magra (sin grasa), acompañada de ensalada, dos tortillas y agua, que no debe faltar.
Indica que muy importante tomar alimentos ligeros en la cena: frutas, cereal integral o un vaso con leche es suficiente. Muchas veces las personas dejan de cenar con la idea de que van a perder peso, pero como son muchas horas de ayuno entre la comida y el desayuno (el metabolismo disminuye su ritmo), en lugar de adelgazar, incrementa el peso.
Muévete para mejorar
Realizar una caminata es recomendable después de tomar alimentos, porque al estar el cuerpo en reposo, la energía no se distribuye de la misma manera, indica la experta en cuestiones de nutrición.
Agrega que si el consumo de alimentos es alto en calorías, se desarrolla obesidad.
Las personas que no pueden hacer ejercicio porque trabajan, deben levantarse cada 20 minutos de su lugar para no estar sentadas todo el tiempo.
Es muy importante, dice, complementar la alimentación con actividad física, porque cuando la gente se pone a dieta, piensa que al evitar el pan y las tortillas -alimentos saludables-, va a perder peso.
Pero, como esa energía no se usa con el ejercicio, en lugar de reducir su peso corporal, lo va a aumentar. VIS