DETRÁS DE UN ADONIS HAY UN INSEGURO

DETRÁS DE UN ADONIS HAY UN INSEGURO

Marisela Torres

Pasas horas y horas en el gimnasio para esculpir una figura de estrella de cine, te subes a la báscula varias veces, te miras al espejo y tu cuerpo, aunque se vea bien, no te convence. ¡Cuidado!, puedes estar sufriendo un proceso de baja autoestima y para compensarlo intentas agradar a los demás con tu apariencia física, llegando al extremo de consumir sustancias para hacer crecer tus músculos.

Las exigencias de la vida actual urbana han aumentado la competencia y para muchos el físico es clave para abrir las puertas rumbo al éxito, así nos lo marca la publicidad de muchos productos donde los modelos son unos Adonis o Afroditas, con una sonrisa de oreja a oreja. Y hay quienes siguiendo estos estereotipos, hacen todo para llegar a convertirse en un modelo de perfección.

El Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social (IIPCS) afirma que en promedio al mexicano no le atrae la cultura del ejercicio físico, pero existe un segmento que vive obsesionado por tener un cuerpo escultural. Este fenómeno se llama vigorexia y la padecen principalmente hombres de 14 a 30 años.

Uno de los síntomas de este mal es que el afectado pasa más de cuatro horas diarias ejercitando su cuerpo, vive obsesionado por las dietas e ingiere en casos más extremos, anabólicos y esteroides, con consecuencias graves para el organismo.

“La raíz es una baja autoestima”, señala el presidente del IIPCS, José de Jesús González Núñez, quien dice que aunque no existe una regla social se presenta con mayor frecuencia entre la juventud de las clases medias y adineradas, aunque el efecto comienza a trastocar a otros segmentos de la socoedad.

La doctora Jael Alatriste García, miembro del Consejo Académico del IIPCS, afirma que el núcleo de este trastorno emocional es una paradoja porque si bien es cierto que el vigoréxico antepone el cuerpo como carta de aceptación hacia los otros, esto siempre equivale a tener una baja autoestima.

Cuando el problema se agudiza lo conveniente es asistir a terapia: «Invitamos a las personas que estén padeciendo de vigorexia a nuestra clínica de servicios psicológicos de bajo costo, con el fin de que puedan analizar su trastorno y ponerle fin», concluyó Alatriste. VIS