
Sofía Romero
Una silla creada con 111 botellas de refrescos es un detalle que muestra hasta dónde puede llegar el mundo en materia de reciclaje, sobre todo cuando se encuentra la creatividad y la voluntad.
Se trata de un proyecto echado a andar por Coca-Cola y Emeco, fabricante líder de muebles, que juntaron sus dos productos icónicos, la famosa botella Contour y la estilizada Navy Chair, para fabricar la silla “111 Navy Chair”.
La ecológica silla fue presentada en la Design Week México: la semana de Diseño, Arquitectura e Interiorismo, que por segundo año consecutivo presenta los trabajos más sobresalientes de los mejores despachos de diseño y arquitectura del mundo.
Las empresas presentaron la silla dentro de un cubo de hielo, que lució en la terraza del CAD (Centro de Arquitectura y Diseño) y en diferentes locaciones de la semana de Diseño.
La idea de meter la silla al hielo surgió porque este elemento está asociado con Coca-Cola. Así, la imagen celebra la transformación de 111 botellas de plástico convertidas en una silla clásica, además representa la unión y el trabajo conjunto.
La “111 Navy Chair” está pensada en el modelo original Emeco Navy Chair de aluminio, diseñada en 1944 para la Marina de Estados Unidos. En 2006, Coca-Cola se acercó a Emeco con la idea de convertir sus botellas de plástico PET en algo hermoso, y así nació la “111 Navy Chair”.
Cada silla contiene una mezcla de plástico de 60% de rPET (Plástico PET reciclado) y una combinación especial de otros materiales como pigmento y fibra de vidrio, los cuales sirven para otorgarle fuerza. VIS