Psicólogo Salvador Ortega Ávila
El lograr concretar el deseo de pasar un diciembre tranquilo y feliz hace necesario pensar en forma positiva y correctamente, lo cual se dice fácil y creo que lo es; cuando se sabe cómo hacerlo.
Pero, muchas personas únicamente expresan sus intenciones, pero no las realizan, esto porque no hay congruencia entre el decir y el actuar, en muchas ocasiones ni con el pensar. Pero todo esto se puede corregir.
Desde mi punto de vista es necesario ir cambiando una serie de conceptos (significado de las palabras) y aprendizajes (comportamientos y sentimientos) para hacer cambios duraderos, si no únicamente vamos a sentirnos bien un tiempo y después volveremos a seguir sufrir los mismos sentimientos negativos.
Una frase motivadora que escuchamos con frecuencia, y creo que en ocasiones en lugar de impulsarnos nos desmotiva, es: “Querer es poder”, lo que no necesariamente es cierto, ya que aunque el pensamiento es muy poderoso y algunos dicen que mágico, tiene una serie de limitaciones o no todos tenemos ese poder que se le atribuye.
Es medianamente cierto que “Querer” es el inicio, y si mantenemos ese interés y quitamos los obstáculos sin distraemos con otros estímulos atractivos, seguramente lograremos el objetivo. Pero no se puede olvidar que lograr algo requiere de trabajo, de esfuerzo.
Hacer realidad lo que queremos requiere de compromiso y, como todo, cuando se hace algo por primera vez, no se tiene la habilidad, puede costar mucho trabajo. Con el tiempo se adquiere habilidad y las cosas se vuelven sencillas, llegan a convertirse en comportamiento habitual, por lo cual se dan en forma automática, se hacen sin darnos cuenta, lo que puede hacernos creer que así somos.
Este proceso se presenta en los comportamientos desadaptativos. Por ejemplo, cuando reaccionamos en forma violenta ante una crítica o alguna adversidad; llegamos a decir: “así soy yo”, y es que así lo hemos aprendido y como lo hemos practicado continuamente, pensamos que es parte nuestra.
En este escenario llega diciembre y las fiestas navideñas; en nuestra cultura nos han enseñado que para “estar y ser felices” es necesario estar todos juntos. Desde mi punto de vista esto no es cierto.
Las separaciones son parte de la vida, una realidad concreta nos deja ver que, debido a condiciones naturales, algunos de nuestros seres queridos mayores, con los que hemos compartido muchos años, probabilísticamente van a irse, morir, antes que uno, así como que algunos amigos o familiares jóvenes también tendrán que alejarse por circunstancias de vida.
VIS