Sofía Romero
La primera tarea que cumplen los padres a la hora demandar a sus hijos al colegio es ponerles un lonche saludable y sabroso, para lo cual –además de artículos de mucha calidad- necesitan imaginación y una lonchera, tan importante como el refrigerio escolar.
Poner un bocadillo para el recreo da la seguridad de la calidad y limpieza de su preparación, crea al niño la cultura de una buena alimentación, disminuye gastos, además en el aspecto emotivo los pequeños perciben el cariño y atención de sus padres.
Para hacer de la hora del almuerzo una sana costumbre, hay recomendaciones muy sencillas como por ejemplo: preparar los lonches desde la noche anterior para decidir con calma lo que se llevará de colación, incluir al menos tres grupos de alimentos y líquidos, cambiar el menú de acuerdo con lo que se cuente en casa tomando en consideración el gusto o antojo de los hijos.
La casa Lock & Lock, líder en la fabricación de contenedores para el almacenamiento de comida, tiene una buena opción para llevar las viandas a la escuela: Back to school, la lonchera-hielera en combinación negro con rojo, asa y correa para colgar en el hombro.
Esta moderna portaviandas tiene un doble compartimiento y recubrimiento térmico que mantiene los alimentos fríos o calientes. Incluye dos sets de contenedores E-Z Lock –redondos y cuadrados- con tapa abre fácil para que sus pequeñas manitas puedan manipularlos y disfrutar de fruta picada, carnes frías, gelatinas, etc., están fabricados de plástico semitransparente con avanzada tecnología que evita se contaminen los alimentos con otros olores o sabores y los hace altamente resistentes y un bote Shake-N-GO de Zyliss de 600ml para el agua.VIS