LA AUTOMEDICACIÓN, UNA CRUEL REALIDAD

LA AUTOMEDICACIÓN, UNA CRUEL REALIDAD

Antonio Ávila

La salud es primero, reza un dicho, pero entre los mexicanos parece que  lo realmente urgente es medicarse sin consultar a un médico cuando se sienten un poco mal. Es común que ante cualquier infección o ciertas molestias se corra a la farmacia para solicitar un fármaco ya sea por cuenta propia o por consejo de otra persona.

Especialistas de la Federación Mexicana de Otorrinolaringología, Cirugía Cabeza y Cuello AC.(FESORMEX) dicen que la automedicación se ha convertido en un hábito frecuente y normal, pero con un alto riesgo en la salud. El fin es encontrar un remedio inmediato a una simple gripa, dolor de cabeza, cuerpo o estómago; remedio sin importar la verdadera causa.

El libre acceso a productos farmacéuticos y la inconsciencia de la población son factores que contribuyen a auto medicarse. Muchos medicamentos que se venden en farmacias o supermercados son adquiridos sin receta médica; por ejemplo: analgésicos, antihistamínicos, antibióticos y antisépticos.

Aunque el medicamento en sí, no es el problema; el problema radica en ingerir los fármacos sin tomar en cuantas las consecuencias que esto puede traer, si no se toma correctamente.

El remedio puede ser inmediato, pero se corren riesgos por no tener la información correcta sobre la dosis de consumo, tratamiento y duración, contrario si se consulta a un médico.

El doctor Javier Dibildox, miembro de la FESORMEX, comenta que “auto medicarse puede tener consecuencias de alto riesgo como reacciones alérgicas, gastritis, infecciones crónicas, complicaciones cardiovasculares, intoxicación, dependencia química, sobredosis, convulsiones, irritabilidad y accidentes ocasionando hasta la muerte”.
Además puede complicar el diagnóstico médico de una enfermedad que al principio pudiera haber sido sólo una señal de malestar. “El ingerir cualquier cantidad de medicamento o combinar más de dos sustancias químicas, puede alterar la reacción y complicar los síntomas de cualquier enfermedad; por tanto, dificulta el tratamiento”.

FESORMEX recomienda:

1. No tomar un antibiótico que fue recetado en otra ocasión, pues existe la posibilidad de no padecer la misma enfermedad, a pesar de que se tengan los mismos síntomas.

2. Ni ingerir varios medicamentos sin saber si sus combinaciones son peligrosas. Por ejemplo los somníferos contrarrestan el efecto de los anticonceptivos.

3. Ni aumentar o suspender dosis sin recomendación médica. VIS