Tatiana Barquet Gómez*
Los pies son una parte esencial de nuestro cuerpo y necesitan de un cuidado profesional, sobre todo si se trata de un pie diabético, lesión que llegan a desarrollar quienes padecen este mal crónico degenerativo y que puede tener consecuencias funestas, como la amputación.
En México, diez millones de personas son diabéticas y de éstas 2 millones y medio corren el riesgo de desarrollar el pie diabético. Este padecimiento es de tal importancia, que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha abierto una unidad médica en atender este tipo de lesiones.
Pero antes de verse obligado a llegar a una unidad especializada, usted puede evitar los problemas con sus pies. Primero, controle los niveles de azúcar en la sangre. No debe confundirse «pie diabético» con el pie de una persona diabética, ya que no todos los diabéticos desarrollan esta complicación.
Los diabéticos pueden sufrir heridas y no darse cuenta debido a que, por los daños en su sistema nervioso, van perdiendo la sensibilidad al dolor y la temperatura, además de presentar debilidad en la piel, sequedad y otras alteraciones en uñas y problemas de circulación arterial.
Por lo tanto es importante que use el calzado adecuado que le permita mover libremente sus dedos; evite que los zapatos estén hechos de material plástico. Use medias o calcetines especiales para diabéticos.
Cada vez que se vaya a poner sus zapatos, vea que en éstos no haya ningún objeto extraño. Una pequeña piedra podría crearle una ampolla o una herida que pudiera derivar en una situación delicada.
Revise todos los días sus pies aunque no sienta absolutamente nada.
Recuerde que su sensibilidad es menor y atender una herida a tiempo hará la diferencia.
Deje el corte de sus uñas en manos de un experto, visite a su podólogo por lo menos una vez al mes y no use ningún producto para sus pies sin consultar al especialista.VIS
*Podóloga