UN LUGAR PARA OLVIDARSE DEL MUNDO

UN LUGAR PARA OLVIDARSE DEL MUNDO

Antonio Ávila

La paz de la provincia es un recuerdo placentero, prácticamente no hay nadie que no tenga raíces en ella, por eso cuando se tiene un tiempo para alejarse de la escuela, la oficina y las tareas caseras, se piensa en un lugar tranquilo, bello y con buena comida, ya sea en la playa, la montaña o los valles.

Un lugar en el que se cumplen muchos de los deseos es San Miguel de Allende, la joya del México colonial, allí se recrea un ambiente tradicional del Viejo Mundo y se alza el Hotel Matilda, que agasaja a los viajeros con un ambiente latino contemporáneo.

“Los huéspedes se sumergen en un relajante y sofisticado alojamiento cómodo y refinado, una cena gourmet internacional, experiencias de spas personalizadas y un escenario de arte dinámico”, dicen sus ejecutivos.

 En una ciudad famosa por su arquitectura, escuelas de arte y el paisaje impresionante, el Hotel Matilda crea un concepto de galería de arte exhibiendo los trabajos de artistas latinos contemporáneos.

El lugar cuenta con 32 habitaciones y suites divididas, todas están lujosamente equipadas con toques artísticos, desde finas sábanas de 250 hilos y suelos de mármol mexicano de Calcuta hasta obras de arte hechas por el fotógrafo Eduardo Zaylan.

La mayoría de las habitaciones tienen balcón o terraza, y otras cuentan con vista panorámica de San Miguel de Allende.

Su restaurante gourmet sirve un innovador menú de comida contemporánea internacional con influencias regionales y sabor latino creado por el chef ejecutivo Bernard McDonough. Los huéspedes pueden cenar en el comedor o al aire libre en el patio con vista a los exuberantes jardines de flora típica de la región.

 Más placeres

El spa se centra en lograr el total bienestar  a través de diferentes tratamientos, personal experimentado para las necesidades y preferencias individuales.

Se levanta en un jardín íntimo y tranquilo con 450m2, cuenta con cuatro salas de tratamiento, incluida la sala para parejas y otra con baño de vapor y tina, dos patios, una sala de relajación interior/exterior con una chimenea para el pre y post-tratamiento y un gimnasio con cardio y equipo de entrenamiento de fuerza.

 En la alberca Infinitum se respira relajamiento con una fuente de agua que cae sobre una pared de gran tamaño. Todo listo para pasarla bien, sin más. VIS