Apuntes de Vida Idea Segura
Los modelos predicen que se vive una etapa de baja actividad solar, que podría desacelerar el calentamiento ambiental, situación en la cual “el aumento de temperatura global provocado por la actividad humana aún resultaría preocupante”, indica Blanca Mendoza investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM.
En concordancia con Víctor Manuel Mendoza, René Garduño y Julián Adem, científicos del Centro de Ciencias de la Atmósfera, analizó la actividad en el ciclo solar 24, que apenas comienza, y del 25, que abarcará aproximadamente del año 2020 al 2029.
Todo indica que ésta será baja, “aunque nadie puede aseverarlo, pues no hay nada que nos asegure que las condiciones se darán de alguna forma”, dijo.
¿Por qué estudiar la actividad solar y su relación con el clima?, preguntó: “Porque en los últimos 10 años, ha habido evidencias de que el Sol podría jugar un papel en el clima terrestre, particularmente si tiene sus épocas de alta o baja actividad, aunque hablamos de periodos seculares, es decir, de decenas de años, y predecir cuándo va a pasar es muy complicado y aún no hay consenso de cómo hacerlo”.
En lo que hay acuerdo es en que el sol siempre va a impactar al clima, el punto es ver qué tanto lo hace en relación con otros factores, y si bien antes de la Revolución Industrial su influencia era mucho más notoria, en la actualidad ha tenido un papel menor en el cambio climático, pues las mediciones muestran de manera contundente que lo preponderante ha sido la actividad antropogénica.
Para dar una idea de cómo haber alterado el entorno en el pasado, dijo que en la Edad Media se dio un periodo de alta actividad conocido como Máximo Medieval, durante el cual la temperatura se elevó y permitió que los vikingos colonizaran y sembraran cebada y uvas en Groenlandia.
“De hecho, el nombre de este lugar significa ‘tierra verde’, debido a lo fértil que fue en ese lapso excepcionalmente cálido. Lo preocupante es que para que Groenlandia fuera un lugar propicio para la siembra y no el sitio frío que conocemos, la temperatura global tuvo que elevarse aproximadamente medio grado, justo lo que se ha incrementado desde principios del siglo XX hasta la fecha, tan sólo por la actividad antropogénica”.
De seguir como hasta la fecha, para 2030, el incremento global sería de aproximadamente 1.2 grados centígrados, aunque según las proyecciones de la profesora Mendoza y su equipo de colaboradores debido a la baja actividad solar, podría ser hasta 40% menor de lo esperado. VIS