Luis Cuenca
Los científicos quieren que la gente conozca la importancia del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), que trabajara casi dos años, en las instalaciones de la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN), donde se colisionaron protones con protones con una energía de 7 Tera Electrón Volts (TeV), una cantidad de energía jamás lograda por el ser humano.
Es la primera vez que el laboratorio emprende un periodo de operación tan largo, ya que normalmente los lapsos de pruebas que se habían hecho en el LHC, comprendían pocos meses al año, explica Gerardo Herrera Corral, científico del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), uno de los líderes de la delegación mexicana en el LHC.
Explica que la prueba superó las hechas por este colisionador, el cual se espera, abra una ventana a lo desconocido, ya que accederá al estudio de estas interacciones de manera controlada y permitirán la explicación de fenómenos actualmente ignorados por el ser humano, como el origen del Universo.
Debido a estos experimentos, se podrán descubrir nuevas partículas, algunas de estas podrían ser muy pesadas y con algunas peculiaridades además, su existencia arrojaría la posibilidad de que existan dimensiones extras, es decir, que nuestro universo tenga más dimensiones que las que nos son familiares, indica Herrera Corral.
El Cinvestav ha formado parte de este proyecto desde los inicios de la fabricación del LHC hace aproximadamente 15 años, ha participado en el experimento ALICE, además de haber ayudado en la construcción del detector V0, ambos piezas clave en las primeras colisiones en noviembre del año pasado, que permitieron el registro y procesamiento de datos de estos choques entre protones. VIS