Rosa Méndez
Es tiempo de mirar el guardarropa y pensar que el otoño está aquí, que se aproxima el invierno y que para que tengas de dónde elegir, Roberto Verino capturó la esencia de las calles parisinas, con esos toques de la Ciudad Luz, que nunca duerme y es considerada la capital de la moda, el amor y la elegancia.
Inspirado por ella, diseñó una propuesta para mujeres inteligentes, sensuales y misteriosas, características perceptibles en el estilo, color y los materiales con los que se elaboró cada una de las prendas.
Los abrigos son clave, no sólo para este concepto, sino para la temporada. El abrigo ejemplifica en su corte, textura y tonalidad, las principales corrientes para vestir.
Cuatro características principales de los abrigos femeninos de la temporada:
Colores llamativos: Los modelos incluyen notas en tonalidades vivas, como rojo o naranja; esto para estar acorde con la corriente que combina colores vivos y estampados llamativos para evocar el estilo mod de los años 60, con un toque liberal de los 70.
Brocados lujosos: Algunas de las prendas vienen en telas gruesas y bordadas con hilos en tonos metálicos. El resultado coordina a la perfección con un look opulento en el que se mezcla, con una audacia excéntrica, la elegancia de antaño con elementos de glamour roquero.
Extra Grande: La ropa adquiere grandes dimensiones. Hay faldas largas, pantalones que pasan de los tobillos y abrigos enormes. Esta tendencia, para poderse apreciar en su justo tamaño, tiene que ser acompañada con calzado de tacón.
Negro absoluto infaltable: Es el modelo oscuro, ideal para acompañar uno de los atuendos más representativos: el monocromático, donde el color de la noche es expuesto a profundidad y en todas sus variantes, como en transparentes encajes o suaves terciopelos. VIS
