CIENCIA Y PACIENCIA AL ELEGIR REGALOS DE REYES

CIENCIA Y PACIENCIA AL ELEGIR REGALOS DE REYES

Apuntes de Vida… Idea Segura

Si se trata de un buen regalo para los niños hay que pensarlo más de una vez, pues muchas veces los obsequios que reciben los niños en Reyes corresponden a varias respuestas, es decir, al capricho de los niños, regalos de última hora e intereses de los papás, nos dice Gabriela Cajiga, Relajación y Directora de Proyecto Andares. Por tal motivo, recomienda que al momento de elegir los obsequios se tomen en cuenta dos grandes factores: la edad y las características particulares de cada pequeñín.

• El juego de acuerdo a la edad Bebés: Se encuentran en una etapa de exploración. De los tres meses en adelante empiezan a tener el suficiente control voluntario para mover manos y brazos lo que les permite agarrar y observar objetos pequeños. Una vez que comienzan a gatear y caminar, les resultará sumamente interesante cualquier nuevo artículo con el que se topen. Pre-escolares: Es la etapa de los juguetes. A partir del primero y hasta los cinco o seis años, los juguetes cobran cada vez mayor importancia, empezarán por explorarlos pero poco a poco les darán cualidades animadas como hablar y sentir.



Niños: A partir de los seis o siete años, edad en la que los niños se desenvuelven en ambientes escolares, los juegos cobran mayor importancia, debido a la parte social que desarrollan. Los juguetes se convierten en un complemento para estos juegos. Comienzan a interesarles otras aficiones como los deportes y actividades tanto culturales como artísticas.

• Características del niño Habilidades: Es bien sabido que no todos tenemos las mismas habilidades, así habrá niños que se les faciliten las manualidades y otros a quienes el deporte les parezca lo más natural. Sin embargo, de acuerdo con la Directora de Andares, ésta es una excelente oportunidad para contribuir al desarrollo de los pequeños para que, mediante el juego, puedan completar la adquisición de alguna habilidad por ejemplo iluminar, recortar, leer o actividades de coordinación motriz.

Gustos: Quizá lo más importante para elegir un regalo. Se debe reflexionar más de un minuto sobre la personalidad del niño, cuáles son sus aficiones e intereses: la música, los animales, los deportes –alguno en particular. “Si bien es labor de los padres guiar a sus hijos por la vida y presentarles distintos panoramas de actividades, no se deben dejar llevar por los intereses propios, porque muchas veces se cae en el error de querer que los niños compartan los gustos o deseos frustrados de los mayores”, refiere la especialista.

Entorno familiar: A veces es necesario detenerse un momento a pensar cuál es el entorno familiar en el que se desenvuelve el niño, sobre todo en cuanto a convivencia con otros infantes se refiere. Si se trata de un hijo único, probablemente se le deban procurar juegos que lo animen a buscar otros niños con quienes jugar. Si por el contrario, se trata de un pequeño con hermanos donde todo sea compartido, quizá sea buena idea regalarle a cada miembro de la familia algo que sea sólo para él o ella y único, pues esto lo hará sentir especial.

Creatividad: Debido a la amplia oferta multimedia a la que se enfrentan los niños a través de películas en DVD, computadoras, videojuegos y la simple televisión, poco espacio queda para la fantasía y la creatividad. Pensar en juegos que les ayuden a desarrollar esta capacidad del ser humano como un juego de magia o un telón de teatro guiñol, puede brindar horas de sano entretenimiento, al tiempo que refuerzan una de las mejores características del hombre. “Algunos de los regalos más memorables son aquellos que menos esperábamos pero que nos cayeron como ‘anillo al dedo’ porque parecían hechos a nuestra medida, nos dieron horas de entretenimiento y no perdieron su encanto tras un mes de tenerlos en casa”, comenta Gabriela Cajiga.

“Llenar de objetos materiales a los pequeños no nos hace mejores padres. La cantidad de regalos que reciban en Reyes no determinará su grado de felicidad, por lo que es recomendable observar un adecuado balance entre lo que piden y lo que se les da. Aún así, lo más importante que un padre puede darle a su hijo es suficiente tiempo de calidad y qué mejor que compartir el juego con los pequeños reyes del hogar”, dice. VIS