Vida Idea Segura
El Síndrome del Intestino Irritable (SII) es causado por diversos factores, pero se debe comúnmente al estrés, una alimentación inadecuada y factores genéticos.
Los síntomas más comunes en sus víctimas incluyen dolor abdominal, hinchazón, diarrea y estreñimiento, problemas que padece entre 16% y 30% de los mexicanos.
Consultar al médico es esencial, pero hay medidas para prevenirlo, como el consumo de probióticos, microorganismos vivos que fortalecen la barrera intestinal, mejoraran la absorción de nutrientes y promueven una mejor digestión además de:
Acciones para vivir mejor
Cynthia Vega Ávila, directora de Relaciones Médicas de PiSA Farmacéutica, habla de los probióticos y algunas recomendaciones para un autocuidado responsable, siempre bajo el cuidado de un profesional de la salud:
Mejorar la Salud Digestiva
Los probióticos combinados con fibras prebióticas, conocidos como simbióticos, ayudan a mantener un equilibrio saludable de bacterias en el intestino.
Esto promueve un ambiente óptimo para la digestión y absorción de nutrientes, fortalece la barrera intestinal, reduciendo la permeabilidad y protegiendo contra la entrada de sustancias dañinas.
En particular, la cepa LGG es eficaz en reducir el riesgo de diarrea, según la Organización Mundial de Gastroenterología.
Aliviar trastornos digestivos
Los probióticos, incluyendo las cepas LGG, Pentosaceus y Longum son eficaces en el alivio de trastornos digestivos, como el Síndrome del Intestino Irritable, enfermedad inflamatoria intestinal y la diarrea asociada a antibióticos.
Estos microorganismos ayudan a restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal y a reducir la inflamación.
Reforzar el sistema inmunológico
Cynthia Vega Ávila explica que gran parte del sistema inmunológico se encuentra en el intestino y los probióticos estimulan la respuesta inmunológica, fortaleciendo las defensas naturales del cuerpo contra patógenos y enfermedades.
Además, el zinc contenido en algunos productos probióticos ayuda a compensar la pérdida durante la diarrea, reforzando aún más el sistema inmunológico.
Los probióticos que no requieren agua para su consumo son fáciles de tomar y portátiles, lo que facilita su incorporación en la rutina diaria sin inconvenientes.
Son adecuados para toda la familia, desde niños de 3 años hasta personas mayores, sin restricciones. Esto asegura que todos los miembros de la familia puedan beneficiarse de sus propiedades saludables.
Algunas cepas de probióticos tienen la capacidad de descomponer la lactosa, el azúcar presente en la leche, lo que puede ayudar a las personas con intolerancia a la lactosa a digerir y tolerar mejor los productos lácteos.
Ayuda extra
Existe una conexión entre el intestino y el cerebro, conocida como el eje intestino-cerebro.
Los probióticos pueden influir positivamente en la salud mental, reduciendo la ansiedad, la depresión y el estrés.
Pueden ser efectivos en la prevención y tratamiento de infecciones gastrointestinales, como la diarrea del viajero y las infecciones por rotavirus.
Es importante incorporar probióticos en la dieta diaria para mantener un equilibrio saludable en la microbiota intestinal y promover una salud integral.
Cynthia Vega Ávila recuerda que todas las medidas de autocuidado deben realizarse bajo un tratamiento y la supervisión de un profesional de la salud.