Silvia Ojanguren
Una creación ante todo alegre, actual y despreocupada, era el deseo del perfumista creador de Dior François Demachy, quien anhelaba poner en una fragancia lo floral y afrutado en su justa dosis. La elegancia de la casa mezclada de fresca despreocupación e insolencia.
Fiel al espíritu de blooming bouquet, ha creado algo de evidente atracción.
Una fragancia bella al natural con un ramillete de flores, como un dulce acidulado. Fresca como una floración infinita:
La creación es Miss Dior, “un perfume que sonríe”. Demachy lo describe: ninguna nota amarga en su creación. Nada molesta ni perturba su armonía positiva y delicada”.
El perfumista creador Dior visita el universo de los aromas dulces revelando las facetas de un perfume elegante, enamorado de la vida y de sus placeres.
Su Miss Dior es una composición subida de tono que se desvela bajo la luz de un nuevo día. Es una explosión de pétalos acidulados y crujientes que hacen la boca agua.
Absolutamente sensual, es una belleza de sonrisa cautivadora que trastoca lo convencional y se permite una floración infinita. Un poco, mucho, apasionadamente… de pétalo en pétalo, es a la vez un abrazo y una exclamación de felicidad. Cada flor se desviste, revela sus notas carnales y fogosas. Cómplices, se alían para dar el escalofrío que produce un largo beso.
Es una composición para una mujer alegre, una enamorada de la vida.
Se trata de un perfume floral al estilo Dior, donde la naturalidad es una firma y la belleza de las flores un ideal. Un ramillete que emana ofreciéndose con sinceridad y que subraya la pasión de las flores que dan vida a la casa de la Avenue Montaigne.
