
Sofía Romero
Las imágenes atrevidas han trasformado al mundo, lo han puesto en un nuevo escenario en el cual lo impensable es moda, eso lo prueban ideas como la de Jeffrey Lubell, quien fundó True Religion en el 2002 con la intención de redefinir la mezclilla produciendo jeans de calidad hechos en América.
Tenían que ser unos vaqueros auténticos y cómodos, y la inspiración le llegó de la década de los 70. Lo que nunca imagino fue llegar a expandir la marca al mundo de las fragancias, haciendo de ellas un éxito.
El compromiso de True Religion ha sido ofrecer un estilo que nunca pasa de moda, y de ahí van naciendo los aromas, hay uno para las mujer y otro para el hombre.
Drifter, para él, es una fragancia inspirada en la aventura de un hombre viajando de ciudad en ciudad, explorando el mundo, no tiene calendario, ni planes. En el camino se encuentra diversos aromas y observa cómo se fusionan entre sí creando tradiciones de diferentes culturas.
Se trata de un coctel de zarzamora, pera y uva, con un toque de cardamomo y jengibre, que personifica la sutileza del caballero más sofisticado.
Hippie Chic, para ella. Remite a una mujer sumamente sensual y adictiva; innata portadora del chic style. La fragancia posee las más brillantes y etéreas notas frutales. Representa el destello de la sensualidad.
Ambas se encuentran envueltas en una nube de sensualidad y libertad, ideales para quienes poseen un espíritu aventurero y chic. VIS