Rosa Méndez
La vieja costumbre de tomar un analgésico ante cualquier dolor de cabeza, no siempre lleva al alivio total, es más se sabe que hasta 60% por ciento de su control en pacientes crónicos puede llegar de la modulación emocional o factores psicológicos.
Es un hecho que apenas 40% se detiene por el uso de fármacos y analgésicos, dice Benjamín Domínguez Trejo, académico de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.
Al hablar de ¿Psicología del dolor en México? explica que si un paciente está relajado, con una dosis pequeña de analgésico desaparece el dolor, pero si está tenso o preocupado, tres tomas del mismo fármaco no producirán alivio.
Cuenta que en 2008, en Estados Unidos, 1.4 millones de personas fueron diagnosticadas con cáncer, y más de 550 mil fallecieron por ese padecimiento; entre 20 y 50% tenían alteraciones emocionales, se sentían solos y abandonados “y no hay pastillas para eso, por ello se requiere estudiar las variables contextuales”.
El mecanismo del dolor
Estadísticas indican que en 2007 la población mexicana era de 105. 7 millones de personas; si se consideran las estimaciones de otros países en torno a que el 27% de sus habitantes presenta dolor crónico, entonces 28.5 millones de mexicanos lo padecen.
Domínguez Trejo menciona que la manera en que el organismo responde a lesiones, daño o agresiones es mediante receptores especializados. No es sostenible la idea de que hay un solo centro del dolor en el cerebro; más bien, existen diferentes áreas asociadas.
Hay áreas ventrales, como la ínsula anterior, zona productora de sentimientos, donde se representa el enamoramiento y también el sufrimiento, pero la llamada “retroalimentación biológica” puede afectar su actividad; es un tratamiento no invasivo apoyado en cambios contextuales o psicológicos, no farmacológicos, explica.
Pero, subraya: No todos los pacientes reaccionan igual a los analgésicos. La variabilidad entre individuos y su respuesta fisiológica es muy amplia. Por ejemplo, menos del 50% de quienes padecen dolor neuropático alcanza el alivio adecuado. “El resto debe ser curado con otros procedimientos psicológicos o contextuales”.
Es decir, precisa, queda un “hueco” grande para dar alivio a los enfermos, que debe ser llenado con trabajo psicológico. “El dolor es una experiencia multimodal donde intervienen diferentes componentes, no sólo la nocicepción, sino el emocional-afectivo, cognoscitivo y motor, y la psicología mexicana puede hacer grandes aportaciones”.VIS