Sofía Romero
La tecnología ha dotado a la ciencia médica de un verdadero y deslumbrante almacén de piezas que ayudan a la gente a mantener la calidad de vida. En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es común sustituir una cadera o rodilla por finas piezas de material metálico.
Se trata de opciones quirúrgicas que se ofrecen a pacientes con destrucción de la superficies articulares, ocasionadas principalmente por osteoartrosis, enfermedad articular degenerativa y artritis reumatoide. La meta es disminuir el dolor y conservar parte del funcionamiento y movilidad de las articulaciones.
Las prótesis que se ocupan en ambas intervenciones quirúrgicas son de la mayor calidad, explica el doctor Jesús Pérez Correa, jefe del Servicio de Reemplazos Articulares del Hospital de Ortopedia “Dr. Victorio de la Fuente Narváez” del IMSS.
Su colocación se da continuamente, pues al mes se hacen unas 130 cirugías de este tipo, en las que participa un equipo médico integrado por cirujanos, anestesiólogos y enfermeras especializadas.
La sustitución de cadera y rodilla es una cirugía que generalmente se practica en personas después de la sexta década de vida; aunque actualmente se interviene a pacientes más jóvenes, debido a las enfermedades reumáticas y a las secuelas de accidentes automovilísticos, actividad física excesiva, lesiones deportivas y laborales, mismas que desgastan cartílagos, meniscos y ligamentos. VIS