UNA MIRADA A LA DESLUMBRANTE BELLEZA

UNA MIRADA A LA DESLUMBRANTE BELLEZA

Antonio Ávila

La fotografía tiene mil y una sorpresas, capta imágenes de todos los confines del universo y nos permite conocerlos, apreciarlos y capturarlos para siempre en la memoria, prueba de ellos es la exposición Ciudades Patrimonio Cultural en Iberoamérica, que nos deja ver 93 esplendidas tomas.

Se trata de un montaje de la Galería Abierta del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav). La obra puede verse allí hasta abril.

Hay fotografías de las murallas de Ibiza hasta las de Campeche, pasando por la Catedral Metropolitana de Brasilia, Brasil o las Casas Colgadas, en Cuenca, España. Es una muestra fotográfica de la riqueza cultural y estética de más de 50 ciudades de Iberoamérica.

Entre las fotografías espectaculares está La Catedral Metropolitana, de Brasilia, obra del gran arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, una estructura hiperboloide compuesta de 16 columnas de hormigón que simulan dos manos moviéndose hacia el cielo.

Así como la Biblioteca Palafoxiana, una imagen representativa de la ciudad de Puebla, un orgullo del arte barroco, considerada la primera biblioteca pública del Continente Americano y la más importante de Latinoamérica con sus más de 40 mil libros, el fino trabajo de ebanistería de sus estantes, y el fino retablo que alberga un óleo de la Madonna de Trapani.

La muestra, montada en orden alfabético, resalta los valores culturales (lugares, monumentos históricos, bibliotecas, tradiciones) por los cuales estas ciudades obtuvieron su nombramiento.

Construcciones en primer plano o tomas aéreas, las fotografías muestran el contraste y otras veces la similitud entre la arquitectura de las ciudades europeas y las que pertenecen al continente americano, lo que enriquece la exposición.

La sobriedad de Alcalá de Henares y Segovia, en España, o Angra do Herosimo, en Portugal, contrasta con la explosión de color de lugares como Tlacotalpan, en Veracruz; Sucre, en Bolivia; o La Habana, en Cuba. Mientras que Brasil muestra su excéntrica modernidad, a través de la Catedral Metropolitana y el Congreso Nacional en la ciudad de Minas Gerais.

Catedrales, ermitas, casas colgantes, puentes, fuertes, murallas, torres, palacios, calles, tejados, cúpulas, playas y un sinfín de elementos más que reflejan el Patrimonio Cultural de un pueblo, creaciones anónimas, surgidas del alma popular que dan sentido a la vida de esas naciones.

Santiago de Compostela, Sucre, Olinda, Quito, Cuenca, Antigua, La Habana, Camagüey, Brasilia, Diamantina, Campeche y la Ciudad de México, entre muchas otras, demuestran por qué son consideradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, algunas desde 1979.

La Casa de las conchas, en Salamanca, España; la Capilla de los apóstoles de Atotonilco, en San Miguel de Allende, México; el Palacio de los Capitanes, en Antigua, Guatemala; la Plaza de Cervantes, en Angra do Herosimo, Portugal; Ávila, la Ciudad Amurallada en España; la Catedral Metropolitana en Brasilia, Brasil; el Portal, en Colonia del Sacramento en Uruguay, son sólo algunos de los lugares que se pueden apreciar.

También se ven por allí ciudades de Venezuela, Bolivia, Colombia, Uruguay, Guatemala, República Dominicana y Panamá. VIS