ACCIÓN CONTRA LA OBESIDAD LETAL

ACCIÓN CONTRA LA OBESIDAD LETAL

Marisela Torres

Todo mundo lo sabe: La obesidad está directamente vinculada con el sedentarismo que caracteriza a las sociedades desarrolladas. Las actividades al aire libre han sido sustituidas por los videojuegos, televisión y computadora, así como por un estilo de vida más orientado a la comodidad.

Este nuevo escenario ha sido denominado por los expertos como “ambiente obesogénico”, que favorece el sedentarismo y promueve el desarrollo de la obesidad. El resultado es la descompensación entre la energía que se consume y la que se gasta, misma que da origen al sobrepeso que hoy aqueja a un número creciente de niños y adolescentes.

Según el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, apenas 35% de los mexicanos entre los 10 y 19 años son activos y más de la mitad de ellos pasan 14 horas semanales o más frente a la televisión.
Por otra parte, sólo el 40% de los adolescentes y adultos jóvenes de entre 12 y 29 años practica algún tipo de actividad física.

El mismo documento enfatiza la escasez de espacios adecuados y seguros –parques o jardines, por ejemplo- como uno de los motivos por los que la práctica del ejercicio haya disminuido tanto en los últimos años, y refiere que las clases de educación física y el recreo escolar constituyen prácticamente la única oportunidad para que niños y adolescentes se ejerciten.

Desafortunadamente, la mayoría de los programas escolares de educación física no cumple con el propósito de fomentar esta actividad como un complemento necesario en el desarrollo apropiado de la población infantil. Los estudios realizados por el Instituto Nacional de Salud Pública han arrojado algunos datos que dejan en claro esta deficiencia:

La clase de educación física es sólo una vez a la semana y dura 39 minutos en promedio, de los cuales sólo nueve están dedicados a actividades de vigor moderado o intenso.

La clase de educación física tiene poco valor curricular e incluso deja de ser obligatoria en bachillerato, por lo que muchos jóvenes de entre 14 y 18 años dejan de hacer deporte durante la jornada escolar.

Las limitaciones de recursos humanos, espacios y materiales adecuados para la práctica de actividad física también generan esta insuficiencia.

De acuerdo a la Comisión Nacional del Deporte, el número de horas dedicadas al deporte es inferior a la recomendación de la UNESCO, las instalaciones son inadecuadas y falta el equipo necesario, además de que las clases de educación física son deficientes y los maestros insuficientes.