
Antonio Ávila
Nadie puede vivir sin comer y ahora que hay muchas ideas flotando sobre dietas y raciones paupérrimas, vale la pena reflexionar sobre la idea científica que divulga el Instituto Mexicano del Seguro Social: el “Plato del bien comer” para controlar y combatir la ansiedad, fatiga, melancolía o nostalgia.
El estilo de vida actual, con altos niveles de estrés que provocan síntomas de angustia, fatiga, ansiedad y otros, nos pueden llevar a cuadros severos de depresión.
Los Servicios de Nutrición del Instituto Mexicano del Seguro Social sugieren una dieta balanceada con nutrimentos, vitaminas, minerales, ácidos grasos, proteínas, hidratos de carbono, entre otros, para un funcionamiento eficiente del organismo.
María del Socorro Santiago Sánchez, especialista del IMSS nos dice: El consumo de alimentos lácteos (yogur, leche, crema, quesos) es fundamental para las personas con ansiedad. Deben incluir una o dos raciones diarias de este grupo, ya que su ingestión les ayuda a tener mejor humor y sentirse relajados.
Si una persona tiene melancolía o nostalgia, se le recomienda, además de los productos lácteos, incluir en su dieta proteínas que se obtienen al consumir carnes magras, huevo, pollo, pescado, mariscos. Además, se deben consumir frutas (naranja, melón, uvas, ciruela, guayaba) y verduras frescas para tener una dieta balanceada.
En casos de depresión se han obtenido resultados favorables con un menú que consiste en frutas y verduras surtidas; cereales, carne de res o cerdo, huevo, embutidos, pescado, que combinados con leguminosas (frijoles, lentejas, habas) enriquecen la alimentación y mejoran el estado emocional.
Las vitaminas son importantes y se encuentran en la naranja, guayaba, toronja, uvas, ciruelas; en verduras y vegetales de color fuerte como jitomate, zanahoria, pimiento rojo o amarillo, betabel, así como en verduras de hoja verde (Complejo B). VIS