LOS PADRES DEBEN CONVIVIR CON SUS HIJOS

LOS PADRES DEBEN CONVIVIR CON SUS HIJOS

Sofía Romero

Hay cosas que se dicen popularmente y son ciertas, como que los hijos son un reflejo de los padres y por ello la forma en que los trates repercute en su comportamiento como hijos y más adelante en su comportamiento como padres.

La vocera de Nesquik Betty Goldberg nos cuenta que la comunicación con los hijos es uno de los elementos más importantes en la relación. No se trata de  la cantidad de  tiempo que pasamos con ellos, sino de estar disponibles y de alentarlos, quererlos y apoyarlos.

La especialista dice que hay cosas que ayudan:

1.       Repiensa tu  vida: un día por semana, ajusta tu horario a tu vida familiar, en vez de la familia a tu horario. Busca cosas que puedan hacer juntos como familia. Asegúrate de dar una atención personalizada a cada uno de tus niños. Habla con tu hijo y conoce como se siente en su interior. Sé responsable y aprende qué es lo que siente, piensa y hace tu hijo. Estate fácilmente disponible, incluso si estás ocupado.

2.       Pasar el tiempo no quiere decir necesariamente hacer algo especial. Basta con que  des  tu interés y tu atención. Si tienes demasiadas tareas que hacer en la casa, pídele a tu hijo que te ayude. Invita a otras personas a ayudar en las tareas de rutina, ya que facilita la conversación y la conexión. Sobre todo, cerciórate que  no estés usando las golosinas, el dinero, los juguetes o los viajes para compensar por no estar disponible. Recuerda que a menudo esto es una defensa astuta para apaciguar el sentimiento de culpa.

3.       El tiempo no programado (tiempo pasado espontáneamente y dado libremente) es un gran remedio para sanar las relaciones. Aprende a darles tiempo a las personas en tu vida. Planea algunos días o al menos algunos momentos en los que puedas dar tu tiempo  libremente. No te preocupes si la ropa lavada no ha sido doblada, o si tiene miles de cosas que hacer. Pon todo de lado y dale tiempo a tus niños. Al hacer esto les estarás dando la cosa más valiosa que tu posees.

4.       Dedícate exclusivamente a cada uno de tus hijos al menos media hora al día, compartiendo, jugando, conversando… disfrutarás de una buena relación con ellos y harás que se sientan más felices.

5.       Si dispones de poco tiempo transforma las actividades cotidianas en “momentos compartidos”, preparar la cena, recoger los juguetes, el baño de los más pequeños… seguro que de todas las cosas a desempeñar hay alguna en la que tu hijo puede colaborar y ayudar. Además puedes enriquecer la tarea con otras actividades que la hagan más atractiva, jugar, hablar, cantar, hacer juegos de palabras, lo que sea, tu hijo simplemente quiere estar contigo, divertirse y sentirse amado y querido por sus padres.

6.       Mientras juegas, tu hijo se forma y gana seguridad y autoestima y tú te relajas y te distraes de las obligaciones. Esos momentos que pasan juntos son vínculos que se van afianzando y haciéndose cada vez más fuertes. Es un buen momento para decirle lo mucho que le quieres.

7.       Mejora su desarrollo: la dedicación que les brindamos les beneficiará, en gran medida, en su desarrollo emocional y psicológico, les da confianza y seguridad en sí mismos y refuerza su autoestima, ayudándoles a alcanzar una mayor madurez emocional.

8.       Conócelo mejor: esos ratos que comparten juntos también son ideales para que descubras más y mejor a tu hijo, cuales son las cosas que le preocupan, si tiene algún problema… si detectas alguna irregularidad que no se atreva a contarte directamente puede que a través del juego consigas averiguarla. Escucha todo lo que te dice, presta atención a sus palabras y también a la comunicación no verbal. A veces sus gestos o sus movimientos dicen mucho más que sus palabras. Aprovecha el momento y cuéntale a él como te ha ido a ti en el día, qué cosas has hecho, ábrete a tu hijo para que también él se abra a ti.

9.       Aumenta el vínculo afectivo. Es importante que esos momentos sean sagrados y habituales ya que el tiempo de calidad no se acumula, ni se recupera, es decir, no por pasar todo un fin de semana dedicado exclusivamente para los niños significa que durante la semana podamos olvidarnos de ellos y evadir los momentos exclusivos de estar juntos.

10.     Fomenta las comidas familiares, ya que son un vehículo para compartir tiempo de calidad, promueve la reunión familiar y estimula los sentidos. Las comidas son el tiempo adecuado para promover vínculos de relación entre los padres e hijos, así como nos dan la oportunidad de compartir con los hermanos, sobrinos, abuelos,  convivencia y comunicación. VIS