Antonio Ávila
La ciencia mexicana avanza y un grupo académicos de la UNAM trabaja en la fabricación de prótesis craneales de bajo costo, estéticas, resistentes y compatibles. El equipo es encabezado por René Jiménez Castillo, coordinador de Prótesis Maxilofacial de la Facultad de Odontología (FO).
El método no ha sido patentado porque se encuentra en etapa de protocolo, pero en tres años de trabajo, en colaboración con el Hospital Juárez y el Instituto Nacional de Neurología, se han realizado 42 implantes de una parte del cráneo y todos han funcionado satisfactoriamente.
Es algo importante porque en México hay una gran cantidad de personas que por problemas tumorales, patológicos o de trauma sufren craneotomías, es decir, la pérdida de alguna parte del cráneo.
En esas circunstancias, el cerebro queda cubierto sólo por la duramadre y expuesto a factores cambios térmicos o golpes que pueden perjudicar o alterar cualquier problema que ya se haya solucionado quirúrgica y neuronalmente.
“Hace algunos años empezamos a trabajar en este asunto, pero lo hacíamos de manera rudimentaria porque tomábamos una impresión por fuera del hundimiento en el cerebro, y así calculábamos cómo era el defecto por dentro, y al momento de la cirugía, medio adaptábamos la prótesis”, explicó el especialista René Jiménez.
Así se crea la placa
Los cirujanos hacen una trepanación o quitan un pedazo de hueso y elaboran la prótesis. “Lo que nos permite obtener las condiciones o características de la prótesis es utilizar el metil metacrilato, y mediante una técnica que empleamos, podemos realizar aparatos compatibles, precisos y resistentes”, indicó.
El primer modelo de la prótesis se hace con base en una tomografía tridimensional computarizada. La FO cuenta con dos estereolitógrafos que permiten ver, de manera virtual, los cortes del cráneo en forma anteroposterior, sagital, coronal, lateral, desde cualquier ángulo.
De este modo, se puede observar y manipular en la pantalla elementos como tejidos blandos, duros, tumoraciones e irrigación, agregó el especialista. Una vez que se conocen las necesidades, se selecciona el defecto en el cráneo y se imprime para obtener un modelo, hecho con sulfato de calcio, que tiene una precisión de 97 a 99 por ciento.VIS